En los últimos tiempos el ciudadano común, o llámenos de a
pie vemos que a través de la prensa se nos incita al malestar, a no respectar
lo que hemos votado equivocados o no, pero hemos votado.
Ya todos los ciudadanos tenemos una percepción de donde hemos
estado y donde podemos ir, cosa que todavía está por verse, pero para el común de
la gente lo que no muere es la esperanza, y en eso radica el influjo de un
nuevo gobierno sea del partido que fuese,
Es necesario machacar sobre las miserias pasadas, seguramente
no, los argentinos tenemos fragilidad de memoria y queremos el cambio ayer no
hoy, se suma a muchos agoreros que se creen iluminados por el fuego de la sabiduría
para crear el malestar, y ver los nervios crispados de la sociedad.
Los medios periodísticos muchos al límite de transgredir, la opinión
del individuo, si bien es su derecho la información, que ayuda enormemente al
sistema democrático, hoy se vanaglorian por quien es el primero en informar y a
veces sin la información correcta.
Se critica al gobierno actual por la pobreza sin entender el proceso por el cual se llegó a
esa pobreza, extendiéndome un poco hacia atrás en el tiempo tengo la sensación que
muchos periodistas no conocen el país más allá de la Gral. Paz, porque la
pobreza en la argentina no empezó con el gobierno kirscnherista ni tampoco con
el de Menem, ya viene desde antes de este último periodo democrático, en los 70
ya en el país había pobreza endémica en
el interior del país el noroeste y noreste del país tienen una pobreza estructural
de mucho antes que llegase la tv color a la argentina, la gran deuda de la
democracia es que hasta hoy ningún gobierno soluciono los problemas de la
pobreza, hoy hablamos de estadísticas porque las tenemos pero me pregunto esas estadísticas
que pueden ser muy confiables relevan la pobreza del impenetrable, o del chaco
salteño o son simples estadísticas de la venta de los supermercados de los
grandes centros urbanos, porque les pongo en consideración que hay muchos pueblos del interior que no
conocen un supermercado y que los estudios socio ambientales solo se relevan
cada 10 años, donde realmente 1 docente o miles de docentes censistas pasan
casa por casa halando con cada familia y preguntándole cuál es su situación social,
si tenemos en cuenta que el último censo se manipularon estadísticas, hoy
estamos muy lejos de saber, cual es la realidad de la argentina.
Entonces nos manejamos con una percepción de la pobreza,
mucho se habla del conurbano y hambre, cuanto sabemos de realidad si pasan
hambre o no porque podes ser pobre y los hay y muchos pero comen, a lo mejor no
lo aconsejable o lo más nutritivo.
Mientras en el inconsciente colectivo de la sociedad, se
intenta a lo mejor sin darse cuenta crear una situación de desesperación tirando
cifras muchas con un alto contenido de mentiras, el ciudadano que consume a través
de los medios esas mentiras piensa que cambiando un gobierno llegan las soluciones
mágicas y en realidad cuando un pueblo no sostiene sus instituciones democráticas
lo único que hace es regresar al pasado o a repetir experiencias que ya de por
si al ciudadano no le han sido benevolentes en su desarrollo personal.
Sería muy bueno que así como los ciudadanos rendimos exámenes
de nuestras capacidades día a día en nuestros trabajos, el periodismo tenga autocrítica
sobre lo qué informo incorrectamente, y aproveche sus medios de expresión para
decir yo también me equivoque, y deje la política para los políticos que son
los que se deben ganar la consideración de la gente no con mentiras que hoy la tecnología
las desbarata a los 5 minutos. La prensa tiene una gran responsabilidad sobre
el futuro del país y ellos deberían analizar si es necesario que a ciertos
personajes que lo único que hacen es crispar a la sociedad merecen que les
pongan un micrófono o les brinden una cámara.
JUAN CARLOS VILLANUEVA
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