Un maestro que no es maestro, maneja la educación en la
Argentina, titula hoy un medio del país, y con justa razón razón lo escribe y
lo difunde.
Me atrevo a escribir esta carta, por una sencilla simplicidad
soy hijo de una generación en la cual la maestra no importaba su edad era la
señorita, eso era respecto, es cierto que la civilización ha progresado en múltiples
aspecto, en lo que no avanzo por lo contrario retrocedió, es en la educación.
Tenemos demasiadas muestras que es así, fuimos el primer país
de américa que logro un 100 % de alfabetismo, y hemos caídos a los últimos estándares
de educación al punto tal que hasta nos han sacado de las pruebas
internacionales PISA, y lo que es peor por haberlas presentado mal, esto es una
desidia, porque ya no es culpa del alumno sino de las autoridades que debían presentar
las mismas.
Como la educación es la base del conocimiento no extraña que
los sindicatos sean manejados por quienes están manejados, y apoyados por
afiliados muchos de ellos honestos pero ignorantes a la hora de saber para que
se educa.
Sarmiento escribió un libro que tal vez comenzó la grieta civilización
o barbarie, la Argentina ha caído en esta ultima las razones son varias, la
realidad una sola nos hemos convertidos en un pueblo inculto aunque la verdad
nos duela.
La primera pregunta que me hago es porque tantos sindicatos
para una misma actividad, cual es la diferencia entre un maestro de la Quiaca o
uno de T. del Fuego, porque la escuela pública o porque la escuela privada, si
ambas son mantenidas con los tributos del pueblo o acaso la escuela privada se
financia sola nada que ver la paga el estado también salvo muy pocas excepciones.
Hoy los jóvenes no estudian por un futuro mejor estudian en
el mejor de los casos para cumplir un ciclo de su vida y pensando muchos en un
puesto en el estado donde las normas son laxas a la hora de evaluar sus
condiciones.
Los sindicatos no dejan de ser un apéndice del estado, toda
vez que recaudan un porcentaje del trabajo de sus compañeros porque son
improductivos, el trabajo se mide en producción, y un sindicato cualquiera lo único
que produce son burócratas que con el paso del tiempo se convierten en
millonarios con el esfuerzo de los demás, al igual que el estado se burocratiza
con los ingresos del pueblo.
Es hora que la Argentina piense su futuro seriamente si
queremos un país, o nos exponemos a desaparecer como nación, y sin un pueblo
educado con capacidad de progreso somos la nada misma.
Es necesario que quien ostenta el poder de gobernar, piense
en un futuro a largo plazo que avizore muy bien la geopolítica del mundo de los
próximos años sino queremos ser parias del mundo, y para ello tiene un rol
fundamental la educación.
Por ultimo quiero referirme al paro de los docentes, sé que
muchos no se plegaran otros tantos si, están en sus derechos pero sepan que la
historia no juzga de quien son los derechos, juzga los hechos y 600.000 niños
que ilusionados por su primer día de clases, sentirán el atropello en sus
derechos sabrán en su conciencia, lo que pueden hacer por un hijo y un niño es
un hijo de todos porque no vino al mundo para mirar las mezquindades políticas de
unos pocos, vino al mundo para ser libre y la educación es factor esencial de
la educación.
JUAN CARLOS VILLANUEVA
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