sábado, 1 de abril de 2017

VIVIR EN ARGENTINA

Podrá algún día el argentino medio ser feliz en esta Argentina, cruzada de ideologías políticas, y mentiras, podrá algún día un ciudadano común sentirse feliz de vivir en Argentina.
Es difícil saberlo, son muchos los factores culturales, que nos han llevado a una situación límite de stress, si bien esta específicamente detallado en nuestra constitución el libre tránsito, hoy es imposible, se ha perdido el respeto por el otro, se perdió la división de derechos, donde tu derecho termina cuando empieza el mío.
Se ha perdido el libre comercio, porque un enmarañado de burocracia estatal hace que muchos ciudadanos no sienten las ganas de negociar pensando con el solo hecho que deberá recorrer horas en oficinas del estado para mantenerse en regla y siempre y cuando no tenga que ir a un banco y retirar un fajo de billetes para el funcionario que debe tomar la decisión final.
Podrá tener un sistema de salud eficiente, sino tiene una prepaga sólida que lo cubra totalmente contada con los dedos de una mano y previo pago de una suma sideral por las dudas de verse aquejado de cualquier tipo de enfermedad.
Es cierto queda la alternativa de la salud pública, pésima por donde se la mire, especialistas mal pagos, que muchos hasta llegan a romper su juramento hipocrático y se transforman en mercaderes de la salud, con infraestructuras obsoletas, falta de insumos, y por sobre todo mal aprovechamientos de los recursos del estado, y en muchos casos hasta utilizados por individuos amorales en detrimento del ciudadano común.
La seguridad que tendría que brindarnos la tranquilidad de poder circular libremente está colapsada, incapacitada, mal equipada y con salarios bajos al punto tal que muchos de sus componentes se ganan unos pesos más haciendo vista gorda al narco para que envenene con droga la salud de los ciudadanos, y muchos casos hasta forman parte de las bandas de mercaderes de la muerte.
Es el argentino educado y culto, muy poco solo una parte de la sociedad tiene los conocimientos básicos de convivencia que termina perdiendo al verse invadido por una masa que no tiene la mínima idea de cómo vivir en sociedad, respectando derechos y cumpliendo deberes atinentes a su conducta y para con los demás.
Podrá el argentino revertir esta situación anacrónica de su conducta social, es un desafío enorme, como lograrlo sin un compromiso, de toda la sociedad, donde se depongan intereses egoísmos e ideologías de sectores de la sociedad hoy fuertemente enfrentados.
La educación es la madre de las batallas, apelando a un término dramático, pero es una realidad palpable, y acá tenemos un gran problema desde hace muchos años, casi diría desde comienzo de nuestra república, los sindicatos, no son asociaciones democráticas en su contexto, si uno conoce un sindicalista lo primero que dice es que es democrático porque fue votado por sus compañeros, lo que no dice que una vez instalado se hace dueño del cargo y por más que tenga elecciones cada 4 años siempre gana la misma lista, no es una casualidad al manejar dinero a discreción aunque se hagan auditorias se inventan gastos del mismo sindicato que son incomprobables, y ese dinero sirve para comprar voluntades que les depositan su votos en cada termino electoral, el desgano a la participación de los mismos trabajadores hacen el coctel perfecto para que los mismos se perpetúen en el cargo y muchos se hagan millonarios con el esfuerzo de los propios trabajadores , sumado a los favores políticos que realizan los sindicalistas todos de un mismo partido en el caso de nuestro país el peronismo, uno se encuentra que sindicalistas que entraron en los gremios desde el comienzo de la vida laboral transformados en millonarios y nunca una declaración jurada de bienes.
En ese contexto hoy nos encontramos, que los sindicatos de la educación están ideologizados y con mucho dinero dispuestos a llevar paros salvajes con reclamos justos pero con metodologías de extorsión y aprietes a muchos de sus mismos compañeros, que apuestan dignamente por el futuro del país porque sin educación no hay futuro.
Que les molesta a los señores sindicalistas más inclusive que un aumento de sueldo, que se los investigue, y por sobre manera no quieren evaluación para que el estado pueda saber si están capacitados para enseñar.
Ese es el panorama actual de la educación la base fundamental para el crecimiento de una república.
Con este panorama en cierne podremos los argentinos vivir tranquilos, lamentablemente la repuesta es no, si hasta hay representantes sindicales que pretenden manejar la economía del país obligando con extorsión al presidente de la republica a cambiar un plan de crecimiento por uno de miseria que ya ha sido probado, quieren seguir administrando la pobreza para repartir equitativamente la miseria de millones de ignorantes eso significa el sindicalismo en la argentina.


JUAN CARLOS VILLANUEVA

martes, 21 de marzo de 2017

PORQUE FAGOCITAR A LA SOCIEDAD



En los últimos tiempos el ciudadano común, o llámenos de a pie vemos que a través de la prensa se nos incita al malestar, a no respectar lo que hemos votado equivocados o no, pero hemos votado.
Ya todos los ciudadanos tenemos una percepción de donde hemos estado y donde podemos ir, cosa que todavía está por verse, pero para el común de la gente lo que no muere es la esperanza, y en eso radica el influjo de un nuevo gobierno sea del partido que fuese,
Es necesario machacar sobre las miserias pasadas, seguramente no, los argentinos tenemos fragilidad de memoria y queremos el cambio ayer no hoy, se suma a muchos agoreros que se creen iluminados por el fuego de la sabiduría para crear el malestar, y ver los nervios crispados de la sociedad.
Los medios periodísticos muchos al límite de transgredir, la opinión del individuo, si bien es su derecho la información, que ayuda enormemente al sistema democrático, hoy se vanaglorian por quien es el primero en informar y a veces sin la información correcta.
Se critica al gobierno actual por la pobreza sin  entender el proceso por el cual se llegó a esa pobreza, extendiéndome un poco hacia atrás en el tiempo tengo la sensación que muchos periodistas no conocen el país más allá de la Gral. Paz, porque la pobreza en la argentina no empezó con el gobierno kirscnherista ni tampoco con el de Menem, ya viene desde antes de este último periodo democrático, en los 70 ya en el país  había pobreza endémica en el interior del país el noroeste y noreste del país tienen una pobreza estructural de mucho antes que llegase la tv color a la argentina, la gran deuda de la democracia es que hasta hoy ningún gobierno soluciono los problemas de la pobreza, hoy hablamos de estadísticas porque las tenemos pero me pregunto esas estadísticas que pueden ser muy confiables relevan la pobreza del impenetrable, o del chaco salteño o son simples estadísticas de la venta de los supermercados de los grandes centros urbanos, porque les pongo en consideración  que hay muchos pueblos del interior que no conocen un supermercado y que los estudios socio ambientales solo se relevan cada 10 años, donde realmente 1 docente o miles de docentes censistas pasan casa por casa halando con cada familia y preguntándole cuál es su situación social, si tenemos en cuenta que el último censo se manipularon estadísticas, hoy estamos muy lejos de saber, cual es la realidad de la argentina.
Entonces nos manejamos con una percepción de la pobreza, mucho se habla del conurbano y hambre, cuanto sabemos de realidad si pasan hambre o no porque podes ser pobre y los hay y muchos pero comen, a lo mejor no lo aconsejable o lo más nutritivo.
Mientras en el inconsciente colectivo de la sociedad, se intenta a lo mejor sin darse cuenta crear una situación de desesperación tirando cifras muchas con un alto contenido de mentiras, el ciudadano que consume a través de los medios esas mentiras piensa que cambiando un gobierno llegan las soluciones mágicas y en realidad cuando un pueblo no sostiene sus instituciones democráticas lo único que hace es regresar al pasado o a repetir experiencias que ya de por si al ciudadano no le han sido benevolentes en su desarrollo personal.
Sería muy bueno que así como los ciudadanos rendimos exámenes de nuestras capacidades día a día en nuestros trabajos, el periodismo tenga autocrítica sobre lo qué informo incorrectamente, y aproveche sus medios de expresión para decir yo también me equivoque, y deje la política para los políticos que son los que se deben ganar la consideración de la gente no con mentiras que hoy la tecnología las desbarata a los 5 minutos. La prensa tiene una gran responsabilidad sobre el futuro del país y ellos deberían analizar si es necesario que a ciertos personajes que lo único que hacen es crispar a la sociedad merecen que les pongan un micrófono o les brinden una cámara.

JUAN CARLOS VILLANUEVA



domingo, 5 de marzo de 2017

EDUCACION


Un maestro que no es maestro, maneja la educación en la Argentina, titula hoy un medio del país, y con justa razón razón lo escribe y lo difunde.
Me atrevo a escribir esta carta, por una sencilla simplicidad soy hijo de una generación en la cual la maestra no importaba su edad era la señorita, eso era respecto, es cierto que la civilización ha progresado en múltiples aspecto, en lo que no avanzo por lo contrario retrocedió, es en la educación.
Tenemos demasiadas muestras que es así, fuimos el primer país de américa que logro un 100 % de alfabetismo, y hemos caídos a los últimos estándares de educación al punto tal que hasta nos han sacado de las pruebas internacionales PISA, y lo que es peor por haberlas presentado mal, esto es una desidia, porque ya no es culpa del alumno sino de las autoridades que debían presentar las mismas.
Como la educación es la base del conocimiento no extraña que los sindicatos sean manejados por quienes están manejados, y apoyados por afiliados muchos de ellos honestos pero ignorantes a la hora de saber para que se educa.
Sarmiento escribió un libro que tal vez comenzó la grieta civilización o barbarie, la Argentina ha caído en esta ultima las razones son varias, la realidad una sola nos hemos convertidos en un pueblo inculto aunque la verdad nos duela.
La primera pregunta que me hago es porque tantos sindicatos para una misma actividad, cual es la diferencia entre un maestro de la Quiaca o uno de T. del Fuego, porque la escuela pública o porque la escuela privada, si ambas son mantenidas con los tributos del pueblo o acaso la escuela privada se financia sola nada que ver la paga el estado también salvo muy pocas excepciones.
Hoy los jóvenes no estudian por un futuro mejor estudian en el mejor de los casos para cumplir un ciclo de su vida y pensando muchos en un puesto en el estado donde las normas son laxas a la hora de evaluar sus condiciones.
Los sindicatos no dejan de ser un apéndice del estado, toda vez que recaudan un porcentaje del trabajo de sus compañeros porque son improductivos, el trabajo se mide en producción, y un sindicato cualquiera lo único que produce son burócratas que con el paso del tiempo se convierten en millonarios con el esfuerzo de los demás, al igual que el estado se burocratiza con los ingresos del pueblo.
Es hora que la Argentina piense su futuro seriamente si queremos un país, o nos exponemos a desaparecer como nación, y sin un pueblo educado con capacidad de progreso somos la nada misma.
Es necesario que quien ostenta el poder de gobernar, piense en un futuro a largo plazo que avizore muy bien la geopolítica del mundo de los próximos años sino queremos ser parias del mundo, y para ello tiene un rol fundamental la educación.
Por ultimo quiero referirme al paro de los docentes, sé que muchos no se plegaran otros tantos si, están en sus derechos pero sepan que la historia no juzga de quien son los derechos, juzga los hechos y 600.000 niños que ilusionados por su primer día de clases, sentirán el atropello en sus derechos sabrán en su conciencia, lo que pueden hacer por un hijo y un niño es un hijo de todos porque no vino al mundo para mirar las mezquindades políticas de unos pocos, vino al mundo para ser libre y la educación es factor esencial de la educación.


JUAN CARLOS VILLANUEVA