HEROES DE BARRO

Los argentinos tenemos la facilidad de ungir ídolos o héroes, sin sustento social ni político, somos un rebaño que pensamos en líderes que ya fallecieron y pensamos que sus seguidores harán lo mismo, nos equivocamos siempre.

Nadie puede suplir al que ya paso porque como individuos somos diferentes, aunque pensemos iguales, no actuamos de la misma forma, hoy millones se dicen peronista o radicales por Peron u Irigoyen ninguno de los dos partidos cumplen los postulados de los mismos.

Por otro lado, confundimos Democracia con Dictadura, la historia nos dice que Peron estuvo del lado faccioso que golpeo el gobierno de Irigoyen, y sus seguidores se olvidan la historia, y lo traducen en un gran estadista que no lo fue de haberlos sido hoy formaríamos parte del primer mundo.

Nos mentimos a nosotros mismos, cuando hablamos de patria, en realidad ninguno pensamos 5 minutos en ella, solo nos interesa el jardín de nuestra casa no miramos ni pensamos en los demás, que son parte de nuestra misma nación.

Hemos perdido el nacionalismo, que nos llevaría a crear una patria justa para todos, también la cultura del trabajo que redundaría en beneficios de todos,

Hoy la mayoría quiere vivir, del estado, como si fuera una fuente de vida inagotable, y no nos damos cuenta que más tarde o más temprano, a la vaca se le termina la leche.

La argentina es un país con un inmenso poder de recursos naturales y humanos, la política y el egoísmo personal nos han dividido en facciones, donde el sálvese quien pueda, es un término abstracto pero real.

La incógnita es si este país puede recuperarse, de su presente yo opino que sí. Solo falta un moderador, entre las ganas y la apatía de querer serlo, un conductor no ídolo.

Hemos tenidos demasiados ídolos y pocos conductores de la realidad social argentina, que nos interprete como sociedad, hemos siempre elegido mal pensando en un pasado mentiroso, en vez de pensar en un futuro venturoso para todo.

Los héroes de barro sembraron sus odios, y el pueblo, no encuentra el camino, pensando en ideologías perimidas, somos lo que somos y así estamos.

JUAN CARLOS VILLANUEVA