domingo, 17 de julio de 2016

JUSTICIA

                            

Hablar de justicia en la argentina, es como encontrar una aguja en un pajar, prácticamente no existe, o bien existe para una clase social los pobres,
Me lleva a pensar, en un viejo libro de Sarmiento que por esas cosas de la justicia imperante ya en aquel entonces tiene dos nombres, en Chile fue civilización y barbarie, en Argentina Facundo.
La verdad dicha de frente sin vaselina enoja mucho a la Argentina la misma que pide verdad y justicia.
Muchos de los que hoy se rasgan las vestiduras por la corrupción imperante son los mismos que la toleraron en sus propias narices sin decir nada o pensaron que la corrupción es sistemática al poder político, pero con límites aceptables son los mismos que hace mucho inventaron el roban pero hacen, los cuales sus abuelos les hablaron de una derecha recalcitrante y gorila que acumulaba riquezas en el siglo pasado, sin coparticipar beneficios a las clases más desfavorables.
Hoy comprueban que la corrupción no solo enriqueció a los políticos y sus amigos, sino que también corrompió a la justicia quienes deberían ser los garantes de la constitución y de las leyes.
Volviendo a Sarmiento la barbarie se invirtió, aquellos salvajes que eran indomables como sociedad que mataban, hoy se convirtieron en jueces de la nación producto de la mentira, muchos hasta de su currículo, otros por la avaricia de querer ser lo que no pueden ser.
La justicia se ha transformado en una pesadilla para la sociedad, jueces corrompidos de manera insensible al clamor de justicia de la población, apelan a los tiempos como si los seres humanos fuéramos  inmortales, y los juicios muchos prescriben por el tiempo, esperando solo que un juez lea la constitución y piense debo aplicar la ley, pero claro tal o cual persona, me permitió tener una mansión, ahorros en mi cuenta como lo voy a juzgar con solo que me presente un escrito, es suficiente para estirar un poco más los tiempos, hay que analizarlo y luego dictar resolución, además investigar su entorno familiar a ver si tiene amante que puede aportar, y sigue por los niños que no son niños, que no pueden ni explicar cómo tienen lo que tienen, pero disfrutan de los bienes que el iluminado de su papa de ser cajero de un banco paso a ser millonario en pocos años sin sacarse el loto.
Es tragicómico porque el bárbaro, debe ver un funcionario político de alto rango, revoleando bolsos con 9 millones de dólares, o una caja de seguridad con casi 5 millones de dólares que pertenece a una chica de 28 años que solo tiene el mérito de ser hija de, pero claro hay que ver la procedencia y si es un ilícito.
Sres. barbaros es tan fácil saber el patrimonio de una persona durante su vida como recitar una tabla de 2por 2 sin ser economista, existen dos máximas, él debe y haber, para más fácil cuanto tenían y cuanto tienen eso cuando hay voluntad se hace en un par de días.
Pero claro uds. hablan de la procedencia del ilícito, y los ciudadanos entendemos que lo que no hemos ganado con trabajo sino es un regalo es robo.
La civilización ha perdido ganaron los barbaros de la justicia, por jueces incompetentes y corruptos por un sistema judicial perimido, obsoletos y lo que es peor sin moral.


JUAN CARLOS VILLANUEVA