lunes, 20 de junio de 2016

SR. BERGOGLIO

                                      

Con cierto pesar veo hoy que ud. ha reconocido que no tiene una teología sobre la clase media argentina, que para ud. la argentina se divide entre ricos y pobres.
Humildemente tratare de encontrar una definición de lo que ud. seguramente se siente atribulado, si lo sintetizo rápidamente le diría que es una clase trabajadora que mediante su esfuerzo han logrado tener la dignidad que todo hombre y mujer necesitan en su vida.
Pero le contare la historia personal, que se hace extensiva a millones de argentinos.
Mis padres el vehículo de alta gama que tenían era un sulki y caballos con los cual 1 ves al mes se iba al pueblo a comprar mercadería para todo el mes mi papa era peón rural ganando muy poco, por su trabajo.
lo que le quiero decir es que éramos muy pobres, estábamos en la condición de ser amados por la iglesia, yo curse mis primeros estudios en una escuela rural donde todos los días a caballo me dirigía.
Pero como ud. sabrá nuestros padres al igual que los suyos querían al hijo doctor o en su caso sacerdote.
Logre yo y mis hermanos cursar estudios secundarios estando pupilos en establecimientos escolares que tenían internado y donde pasábamos semanas enteras estudiando y viviendo en la misma escuela.
Con el paso del tiempo aprovechando las vacaciones escolares trabajábamos en el campo para tener una moneda aunque sea para salir un sábado y poder tomar alguna bebida o comprarnos un pantalón o una camisa, es era la vida del pobre, pero siempre el martilleo constante que la meta era ser doctor seguro en su caso sacerdote.
Nos hicimos hombres y comenzó el trabajo en serio, aplicando los usos y las buenas costumbres de mis padres cuando tuve mi primera novia seria que hoy es la madre de mis hijos, pensé que debía proveerme una casa y amoblarla como corresponde siempre buscando la oportunidad en un mejor trabajo.
No tuve la posibilidad de ser doctor porque obligaciones personales, me llevaron a decidirme por trabajar para proveerme mis necesidades básicas, entre ellos una flia y 5 hijos, que hoy estudian con mucho sacrificio en una universidad y secundaria.
Me duele como católico que ud. diga o piense que no tiene una teología de la clase media, todo se resume en esfuerzo, perseverancia, y memoria porque en mi caso como millones de argentinos fuimos pobres y hoy tenemos la suerte de haber logrado cierto bienestar, a muchos les ha ido mejor que a mí, por ejemplo haberse recibido de profesionales y poder ejercer la profesión que les gusta otros tuvimos que optar por lo más cerca a nuestros fines morales y sociales.
La clase media es producto mayor de la pobreza, no de los que ud. determina como ricos y sabe que me atrevería a decirle que sin esa clase alta de la cual ud. parece echarle la culpa de todos los males, tengo la convicción que seriamos todos pobres, sé que ud. puede tener razón que hay ricos que son malos, pero no me cabe ninguna duda, que ocurre en todas las clases sociales pobres, clase media y ricos.
Ud con sus gestos como autoridad mayor dela e católica, no ataca a los que son causantes de los males, ataca a la clase media y nos hace sentir culpables a los argentinos medios por las vicisitudes que pasan en nuestra sociedad, y créame que todos miramos a los pobres porque hace unos años también lo fuimos.
Espero que con esta humilde carta no enseñe a reflexionar, y por ultimo sabiendo que ud. es una persona que se interesa por nuestra situación social y en boca de algunos personajes que visitaron a ud. recientemente nos plantean un apocalipsis como en el 55 le aseguro que eso no va a suceder, el gobierno que termina de dejar el poder, hizo un desastre de nuestro país, pero no llegaremos al límite, y sepa que el gobierno anterior provenía de la pobreza y se fueron multimillonarios a expensas del pueblo trabajador o sea la clase media, esos pobres que ud. recibió no solo se robaron materialmente lo producido por el país le robaron mucho y usaron a los pobres, podría darle la lista de uno por uno pero creo que no es necesario.
Saludo a ud. muy atte.

JUAN CARLOS VILLANUEVA


domingo, 19 de junio de 2016

QUE DIRÁN NUESTROS PADRES



Seguro nos miraran desde el cielo, puteando en una red social, o en una plaza pateando tachos de basuras de la bronca.
Es que saben que viejos uds. no dieron valores, honestidad y dignidad, pero no todos tomaron el rumbo que nos enseñaron, algunos salieron fallados.
De la Argentina aquella que uds. soñaron con sus hijos doctores, queda poco, muchos doctores en leyes, utilizaron su sabiduría, para hacer injusticias o mejor decirlo robarla, sin principios ni moral.
Argentina hoy es un cambalache, como decía Discepolo, o como Tato Bores se adelantó a la historia, llego la tecnología pero no se usa para sembrar conciencia se usa para jugar al Candy cruz, mirar mujeres en bolas, todo es chatura, los intelectuales se volvieron insípidos, detrás de ideologías nesposticas, donde el final feliz de algunos es someter al hombre con relatos, de un hombre nuevo.
Créanme viejos, que su retórica hoy seria, un bálsamo de frescura a las ideas, y cualquiera de uds. seria José Ingeniero.
Les cuento los Argentinos no entendemos la Argentina, y vivimos a mil, de seguir así nuestra expectativas de vida descenderán, la sociedad está agotada, la mentira, el relato, el uso de los medios de comunicación tienen al pueblo como rehén de que pasara o que nos espera.
Viejos lo sueños quedan en eso solo sueños, la esperanza se ha guardado en algún rincón del inconsciente.
El dinero, antes lo tenían los que trabajaban y se esforzaban hoy lo tienen los delincuentes que pretenden vivir, como empresarios pero uds. saben que cuando no hay preparación para serlo solo son meros ladrones revoleando bolsos por sobre los paredones de los monasterios, solo falta que la última ex presidenta salga con una valija y vaya perdiendo fajos de dólares por la calle.
De los políticos ni les cuento o mejor si, llegaron según el relato la juventud maravillosa, muchos de ellos hijos de desaparecidos, pero les cuento antes de llorar pasaron por la ventanilla y se forraron bien en verdes, no vaya ser cosa de llorar gratis, hoy muchos son diputados y responden a una secta que ha formado una asociación ilícita, si como las logias, pero no tan secretas porque todo se sabe y mientras mucho caminamos por las paredes por la angustias, otros repiten que volverán y serán millones o el roban pero hacen aunque ellos vivan en la miseria y sus referentes tengan mansiones, no se rían es cierto.
Uds nos inculcaron el estudio aunque muchos no teníamos medios, igual aprendimos en la universidad de la calle y tomamos de ella lo que uds. nos inculcaron hoy tienen todo para estudiar pero en la política se curra mejor, entonces que estudien los giles a lo sumo se reciben de abogados algunos pero no lo hacen por su profesión lo hacen porque coparon los partidos y parece ser que es una condición sine quan non serlo para ser dirigente, ahora salvo algunos no les pregunte ni cuando nació San Martin, donde y quien fue su esposa.
En síntesis les cuento la honestidad y capacidad ha sido desplazada, por la viveza, y por los inútiles, todo avalado por el poder judicial de la nación donde hasta tienen una división entre justicia legitima, ergo donde se apañan los delincuentes, criminales, golpeadores etc y la justicia verdadera que sobran los dedos de las manos para contarlos.
La sociedad en el medio a dos aguas, no sabe cuál de las dos justicias más le conviene, si la que avala cualquier cosa, de una cosa estén seguros los pobre siguen estando en la vieja justicia la que no presenta escritos y muchas veces recibe palos para confesar hechos que no cometieron, se negocian las condenas y las penas.
Pero bueno el próximo año si puedo les cuento mas ya tienen un panorama, quédense tranquilos arriba porque acá abajo es un quilombo, y la mano viene dura, hablen con Jesús porque con Bergoglio, esta medio confundido.


JUAN CARLOS VILLANUEVA